Editor

Mi foto
Consultor, investigador en temas de Descentralización Fiscal y Desarrollo Económico Local. Investigador Asociado del Instituto de Desarrollo Económico y Empresarial INDEE.

jueves, 16 de abril de 2009

La tensión global-local y el nuevo rol de las ciudades

Por: Oscar Madoery

Las transformaciones globales contemporáneas implican una serie de consecuencias que afectan el concepto de territorio, al tiempo que permiten nuevas interpretaciones en la noción de desarrollo. Durante décadas, desarrollo y territorio tuvieron su punto de encuentro exclusivamente en lo “nacional”. Ahora, en el marco de la sociedad global, esa exclusividad se ha perdido, planteando la necesidad de nuevos paradigmas.
La globalización reconstituye los aspectos productivos, tecnológicos, políticos y socioculturales en una dimensión que transforma las cartografías vigentes, provocando cambios territoriales generalizados, donde globalización y territorialización, inclusión /exclusión geopolítica de territorios, integración económica o aislamiento de economías regionales, devienen procesos recíprocamente complementarios. En este escenario, emergen nuevos espacios relevantes, ejes de nuevas interacciones y regulaciones, entre ellas las que atañen al desarrollo.
La teoría social moderna, por lo menos hasta mediados de los años setenta y principios de los ochenta, supo concentrarse principalmente en los procesos sociales de cambio, modernización, revolución, “descuidando” la dimensión espacial y el rol de la territorialidad en los procesos sociales, asumiendo la existencia de algún orden espacial preexistente dentro del cual operaban los procesos temporales (Harvey, 1998, Castells y Mollenkopf, 1992). El progreso pasó a ser el objeto teórico de la teoría social, el tiempo histórico su dimensión fundamental y el desarrollo interpretado como un cambio, gradual o abrupto, de las sociedades nacionales en el tiempo.
En ese contexto, el desarrollo fue un concepto inicialmente acotado al crecimiento económico (dando lugar a la tan mentada sinonimia entre desarrollo y crecimiento desde mediados del siglo XX); e interpretado como un proceso de dinámicas centralizadas y de remoción de barreras (los obstáculos al desarrollo) que impedían el despliegue del potencial de las sociedades nacionales. Los sujetos dominantes, evidentemente, eran los actores de la sociedad nacional: la burocracia estatal, las elites modernizantes, las vanguardias iluminadas, los actores privados corporativos, y aquellos actores sociales cuya lógica predominante tenía una clara orientación “estado-céntrica”.
Existe hoy una amplia argumentación respecto a que las categorías político-espaciales de la modernidad no son utilizables en el escenario de globalización (Ianni, 1996, Ortiz, 1998). Ulrich Beck (1998) denomina “ruptura del nacionalismo metodológico”, al proceso de revisión de la matriz territorial moderna en las Ciencias Sociales, con la consecuente revalorización de nuevas escalas geográficas, supranacionales y subnacionales, como ámbitos específicos de interacción y relaciones de poder. Nuevas alternativas se generan en la acción política: junto al Estado-Nación, se fortalecen escalas territoriales que deben ser contempladas para interpretar y, más importante aún, asentar los procesos políticos y fortalecer las interacciones sociales.
Si en la era moderna, nuestros marcos mentales fueron “estado-céntricos”, en la era global, nuestros marcos mentales se amplían hacia una diversidad de territorios a escalas supranacional, nacional y subnacionales. En este escenario, las ciudades pasan a tener un mayor rol protagónico como ámbitos específicos de desarrollo.

1 comentario:

  1. La Ley de municipalidades dice textualmente: Los gobiernos locales promueven el desarrollo economico local, con incidencia en la micro y pequña empresa, a traves de planes de desarrollo económico... en este marco los distritos y ciudades estan obligados a ser protagonistas del desarrollo.

    ResponderEliminar